Además de los efectos ya conocidos del alcohol, los menores de edad que decidís beber alcohol corréis un mayor riesgo ya que vuestro cuerpo está todavía formándose. Los siguientes son algunos de los efectos negativos:
- Al no estar formado el cerebro de las personas en crecimiento el alcohol puede afectar al desarrollo del cerebro, afectando a la toma de decisiones, la pérdida de memoria, concentración y en general en toda la capacidad de aprendizaje. Además, el alcohol crea dependencia. Cuanto más temprano se empieza consumir alcohol mayor probabilidad de desarrollar dependencia.
- De la misma manera interfiere en el desarrollo sexual.
- El alcohol aumenta las posibilidades de sufrir enfermedades e infecciones como cirrosis, alta presión sanguínea y potencia los efectos cancerígenos de otras sustancias. Además incrementa al nivel de triglicéridos y con ello el riesgo de infartos.
- El alcohol engorda. Una copa de alcohol puede tener hasta la mitad de los nutrientes diarios recomendados pero no sacia, por lo que deberemos ingerir más alimentas provocando el aumento de peso.
- El alcohol contribuye al envejecimiento de la piel siendo este uno de los órganos más afectados por el alcohol. Además, al aumentar el flujo sanguíneo se presenta mayor sudoración.
- Además puede producir trastornos de depresión, ansiedad, alterar las relaciones familiares y sociales e influir negativamente en el rendimiento escolar.
