Tabaco

Qué es

El tabaco se extrae a partir de las hojas de Nicotina tabacum. El alcaloide es la nicotina que convierte al tabaco en una sustancia muy adictiva, aunque la nicotina en sí no es cancerígena, no obstante sí muchas de las otras sustancias químicas que le añaden al tabaco de comercialización.

Se trata de un estimulante del Sistema Nervioso Central y hoy día contiene más de 200 sustancias químicas y alrededor de 100 de ellas son cancerígenas. El humo del tabaco es una mezcla compleja de sustancias químicas como el monóxido de carbono, el alquitrán, el formaldehído, el cianuro y el amoniaco—muchas de las cuales han sido reconocidas como cancerígenas.

El consumo de tabaco es la principal causa de mortalidad evitable en el mundo.

Cómo se consume

Se consume de varias formas, siendo la principal por combustión produciendo humo. El tabaco se comercializa en cajetillas de cigarrillos, en puros, en hebras o en pipa. También existe el tabaco de mascar.

Los efectos del tabaco

Los efectos nada más fumar son un estado de estimulación y en los fumadores habituales es un estado de relajación por el estado de abstinencia. Provoca un aumento en la presión arterial, respiración y frecuencia cardíaca.

Efectos secundarios

Cuando hablamos de efectos secundarios nos referimos a aquellos que no son buscados ni deseados.

El consumo de tabaco es el responsable de la tercera parte de todos los tipos de cáncer, también provoca patologías como la bronquitis y la enfisema. La calidad de la vida del fumador se reduce a lo largo del tiempo debilitando su sistema inmunológico.

Las complicaciones con el consumo de tabaco suelen producirse a largo plazo provocando cáncer de pulmón (alrededor del 90 por ciento de este cáncer es provocado por el tabaco), cáncer de vejiga, cáncer oral o cáncer labial. También provoca el desarrollo de problemas cardiovasculares que incluyen ataques al cerebro o al corazón, y problemas respiratorios.

Por otra parte, está demostrado que la adicción del tabaco es muy fuerte y muchas de las personas fumadoras requieren de ayuda y terapia para dejar su adicción. No obstante, dejar de fumar conlleva numerosos beneficios para la salud disminuyendo el riesgo de enfermedades.

Si decides consumir

  • Empieza a fumar lo más tarde posible del día y utiliza técnicas para fumar lo menos posible. Intenta no fumar tampoco antes de irte a dormir, ya que dificulta el descanso.
  • Si vas a fumar en espacios cerrados intenta ventilarlos para que el aire se renueve y se limpie.
  • Ten en cuenta que mientras hayan fumadores existen fumadores pasivos cuyo efecto del humo del tabaco también les afecta. Intenta que el humo no le dé directamente a las personas y mucho menos a los niños.
  • Busca todos los argumentos posibles para dejar de fumar: problemas de salud y elevado coste del tabaco.
  • Existen numerosas terapias especializadas y productos (parches, chicles) para ayudar a dejar de fumar. Nunca está de más intentarlo.
  • Evita la mezcla del tabaco con el alcohol. Esta combinación que suele ser muy típica, aumenta el riesgo de padecer enfermedades como el cáncer oral, aumenta el daño cerebral producido por el alcohol y además la resaca es peor.

 

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